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Las vidas de los mejores compositores de pasodoble

El IJB rescata notas biográficas de los mejores compositores de pasodobles que los aficionados han seleccionado para el Día Europeo de la Música

Manuel Rojas Tirado (1898-1953) fue un destacado compositor español de pasodobles. Su legado musical incluye una obra emblemática, el famoso pasodoble «Nerva», el pasodoble favorito de los aficionados que han participado en la encuesta del Instituto Juan Belmonte, y compuesto en 1933, que se ha convertido en un himno para la localidad minera de Nerva, ubicada en la provincia de Huelva. Nerva se ha consolidado como uno de los pasodobles más reconocidos en el ámbito taurino.

Aunque el compositor recibió propuestas para añadirle una letra al pasodoble «Nerva», escrita por José María Morón, Rojas decidió no aceptarla, manteniendo así la composición puramente instrumental.

Antonio Álvarez Alonso

Antonio Álvarez Alonso, pianista, compositor y director de zarzuelas del siglo XIX, dejó una huella indeleble en la música de su época. Nació en Martos (Jaén) el 11 de marzo de 1867 y falleció en Cartagena (Murcia) el 22 de junio de 1903, dejando tras de sí una carrera artística prolífica.

Álvarez Alonso recibió su formación musical en la Escuela Nacional de Música de Madrid, donde tuvo la oportunidad de estudiar con reconocidos maestros como Dámaso Zabalza y Emilio Arrieta y Corera. Su talento como pianista y compositor se destacó desde temprana edad, y su dedicación y pasión por la zarzuela le llevaron a convertirse en un referente en este género musical.

Una de las obras más emblemáticas de Antonio Álvarez Alonso es «Suspiros de España», que ha perdurado en el tiempo como una pieza icónica en el repertorio de la zarzuela española. Además de este destacado pasodoble, el compositor también dejó otras composiciones notables como «La Mezquita», que enriquecieron el patrimonio musical de la época.

Elvira Checa

Elvira Checa es una compositora española de pasodobles, nacida en la Villa de Beteta, provincia de Cuenca. Desde temprana edad, su pasión por la música la cultivó su padre, que le enseñó los primeros acordes en la guitarra. Su formación musical se basó en la guitarra clásica con el maestro Piñero y Blanca Negri, así como en música folk.

A lo largo de su carrera, Elvira Checa ha dejado una huella en el mundo del pasodoble. Entre sus obras más reconocidas se encuentra «La puerta grande», llamativo por su emotividad y carácter festivo.

Además de su labor como compositora, Elvira Checa también ha cultivado otros ámbitos musicales. Participó en el Festival de canción melódica «El Caserío» en 1972 y ha grabado para sellos discográficos como Columbia, Horus y Gramophone Records. Uno de sus logros destacados fue el lanzamiento del álbum discográfico «Pasodobles 92», el primer disco de pasodobles sinfónicos, distribuido en todo el mundo y reeditado en tres ocasiones.

Pascual Marquina Narro

Pascual Marquina Narro (1873-1948) fue compositor y director de banda, nacido en Calatayud (Zaragoza). Su padre, que era director de bandas civiles lo introdujo en el estudio de la música.

En 1892, Pascual Marquina ingresó como soldado voluntario en el Regimiento Luchana n.º 28, con el cual se trasladó a Melilla. Durante su tiempo en el ejército, continuó desarrollando sus habilidades musicales y adquirió experiencia con las bandas militares.

Marquina Narro es reconocido sobre todo por «España Cañí» y «La gracia de Dios», pasodobles que se han convertido en auténticos himnos musicales y han sido interpretados por innumerables bandas en todo el mundo.

Además de su labor como compositor, Pascual Marquina también desempeñó el cargo de músico mayor del Ejército, lo que le permitió colaborar estrechamente con diferentes agrupaciones y promover el desarrollo de la música militar en España.

Manuel Penella Moreno

Manuel Penella Moreno (Valencia, 31 de julio de 1880 – Cuernavaca, México, 24 de enero de 1939) fue un compositor de vasta producción musical. Hijo del también compositor Manuel Penella Raga (1847-1909).

La obra más emblemática de Manuel Penella es «El gato montés», una composición de renombre internacional. Esta obra maestra ha sido aclamada por su emotividad y por capturar la esencia del género lírico español.

Además de sus ochenta obras escénicas, que incluyen óperas, zarzuelas, revistas y comedias musicales, Penella también dejó un legado fundamental en el ámbito de las canciones. Entre sus composiciones más destacadas se encuentran «En tierra extraña«, que incluye el pasodoble «Suspiros de España», y «La Maredeueta», ambas popularizadas por Concha Piquer.

Pedro Orozco González

Pedro Orozco González (Granja de Torrehermosa, Badajoz, 1911 – Madrid, 11 de mayo de 1989) Es reconocido por ser el autor de la música del famoso pasodoble «Manolete», en colaboración con José Ramos Celares. Además, compuso varias canciones que contribuyeron a popularizar la canción española. Con su orquesta acompañó a artistas como Juanito Valderrama, Lola Flores, Antonio Machín, Manolo Escobar, o Juanita Reina.

El pasodoble «Manolete» lo compuso en honor al legendario torero cordobés y se estrenó el 19 de marzo de 1939 en la Plaza de Toros de los Tejares. La primera grabación discográfica de esta memorable obra estuvo a cargo de la Orquesta Orozco, una agrupación cordobesa.

José Ramos Celares

José Ramos Celares (Valencia, 1903- Córdoba, 1973) Junto con Pedro Orozco González, compuso el icónico pasodoble «Manolete».

Santiago Lope Gonzalo

Santiago Lope Gonzalo (Ezcaray, 23 de mayo de 1871 – Burjasot, 25 de septiembre de 1906) Aunque inició su formación musical en su ciudad natal, se trasladó a Madrid para ampliar sus conocimientos en el Real Conservatorio, donde se especializó en composición y dirección de bandas. Formó parte de la orquesta del teatro Apolo con quince años. A los veinte comenzó a escribir obras, dirigió la orquesta del teatro Romea y estrenó la zarzuela «Los sobrinitos». Más tarde, dirigió las orquestas del Moderno, Apolo, la Zarzuela o la del Príncipe Alfonso.

En 1902, se estableció en Valencia y asumió la dirección de la orquesta del teatro Ruzafa. Un año más tarde, a través de un proceso de oposición, obtuvo el cargo de director de la Banda Municipal de Valencia. Durante su presentación, incluyó una obra de su autoría, el pasodoble «Valencia». El 29 de junio de 1905, tras haber obtenido tres primeros premios y el premio especial en los Concursos Internacionales de Bandas de Música en Zaragoza y Bilbao, recibió el encargo de la Asociación de Prensa Valenciana para componer cuatro pasodobles, dedicados a los matadores Angelillo, Dauder, Vito y el más reconocido y perdurable en las plazas de toros, Gallito.

Rafael Talens Pelló

Rafael Talens Pelló (Cullera, Valencia, 9 de septiembre de 1933 – Boadilla del Monte, Comunidad de Madrid, 25 de abril de 2012) además de compositor fue pedagogo musical. Sus primera instrucción musical la recibió de su padre, que era clarinetista en la Sociedad Instructiva Santa Cecilia de Cullera. Su pasión por la música lo llevó a estudiar en el Conservatorio Superior de Música de Valencia, donde se especializó en clarinete, piano, armonía y composición bajo la tutela de destacados maestros como Lucas Conejero, Leopold Magenti, José Roca, Manuel Palau y Amando Blanquer.

A finales de los años 50, Rafael Talens fundó en Madrid la Orquesta de Rafael Talens de música ligera, con la que acompañó a reconocidos cantantes como Luis Mariano, Lucho Gatica, La Niña del Puerto y Juanito Valderrama, y tuvo el honor de interpretar composiciones de destacados autores como Quintero, León y Quiroga.

Uno de sus pasodobles más reconocidos es «Tercio de Quites», referente ya del género. Además, compuso otras obras como «Antas de Ulla», «Ateneo Mercantil», «Banda Municipal de Valencia», «Barri i Falla», «La Cañada» o «Cent anys noble i liberal».

Emilio Cebrián Ruiz

Emilio Cebrián Ruiz (Toledo, 30 de julio de 1900 – Liria, Valencia, 3 de octubre de 1943) se caracterizó por componer temas populares, como pasodobles, himnos y marchas. Su formación musical se desarrolló en la banda de la Academia de Infantería de Toledo.

Entre las obras más destacadas de Emilio Cebrián Ruiz se encuentran el «Himno a Jaén», compuesto en 1932, que se ha convertido en un símbolo de la ciudad, así como el himno de Baeza y el de Toledo. Sus pasodobles más reconocidos son «Churumbelerías» y «Ragón Fález», temas que han sido interpretados en multitudinarios desfiles de Moros y Cristianos y corridas de toros.

Además de su brillante carrera como compositor, Emilio Cebrián alcanzó el cargo de Académico de Bellas Artes y Ciencias Históricas en Toledo, puesto con el que consagraba el reconocimiento y prestigio en el ámbito artístico y cultural. También desempeñó el puesto de director de las Bandas de Talavera de la Reina y de Jaén, ejerciendo su liderazgo musical hasta su fallecimiento en 1943.

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