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lunes, abril 29, 2024

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Jon San José de Eguileor, autor de Reta de Casta Navarra

Fernando Gomá entrevista al escritor que analiza con detalle una casta histórica

PREGUNTA. Antes de hablar de tu libro, vamos a hablar un poco de ti, cuéntanos cuál es tu profesión y de dónde viene tu afición a la tauromaquia.

RESPUESTA. Soy de Bilbao, tengo 25 años y mi profesión es la de Ingeniero Agrónomo. Desde pequeño me ha apasionado todo acerca de los animales, y el toro no iba a ser menos: todo amante de la naturaleza debería conocer este animal. 

Comencé a ir a los toros creo que con unos 4 años. Mi aita (padre, en euskera) trabaja en los palcos de Vista Alegre y antes de que comenzara cada tarde, él y el primo de mi aitite (abuelo), me explicaban por qué un toro es capirote, ensabanado o jabonero; el color de cada pañuelo presidencial; o desde el mismo pasillo de palcos me señalaban en los corrales a los Miura, Torrestrella, Victorino de los siguientes días…

Hubo algunos años que lo dejé a un lado porque prefería estar disfrutando del verano con mis amigos en el pueblo, pero según me hacía mayor me volvió a picar el gusanillo, comencé a ir a las Corridas Generales prácticamente todos los días, y en la universidad me volqué mucho más en ello en muchos aspectos más allá del festejo en sí.

Miguel Reta y Jon San José.

Desde siempre has tenido un gran interés por la Casta Navarra y la ganadería de Miguel Reta, incluso varios de tus trabajos universitarios se han hecho en esta casa, ¿cómo es tu vinculación con ellos?

Estudié Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural en la Universidad Pública de Navarra, donde tuve la suerte de conocer a grandes profesores aficionados y estudiosos del toro bravo como son los catedráticos Antonio Purroy y José Antonio Mendizabal, junto con otros profesores de la Escuela.

Me brindaron la oportunidad de realizar las prácticas del Grado en la ganadería de la familia Reta, porque previamente ya la habíamos visitado en una excursión de la asignatura “Bienestar y Bioseguridad Animal”. 

Pasé un verano completo ayudando y aprendiendo en la finca “La Tejería” y después realicé el Trabajo Fin de Grado sobre esta ganadería. Desde entonces guardamos mucha amistad, es una gran familia.

Has escrito un libro, publicado este año 2023, que se llama “Reta de Casta Navarra, de la calle al ruedo”. ¿Por qué te has decidido a escribirlo, y cuál es el contenido que nos vamos a encontrar?

Me propuso la idea el que ha sido mi editor, Álvaro Suso, y la verdad que me dio mucho vértigo por lo difícil que es hablar de toros, y más en un libro, donde todo queda escrito. 

El contenido se podría dividir en tres partes: 

Por un lado, un estudio técnico que realicé para la “Federación de Ganaderos de Festejos Taurinos Populares” (FEGARES), relacionado con mi Trabajo Fin de Máster. En él estudié todo lo relacionado con las reses bravas de alquiler: aquellas que salen a la calle y vuelven al campo tras el festejo.

Por otro, partiendo de lo anterior, detallo y explico muchísimos aspectos de la ganadería Reta, desde el proceso parcial de transformación a la lidia partiendo de esas reses de festejo popular, hasta el manejo o las reatas más importantes de la vacada.

Finalmente, hago un repaso desde el punto de vista ganadero, de los festejos lidiados a pie, así como varias entrevistas a importantes personalidades del toro con preguntas relacionadas con los temas anteriores.

«En su época dorada eran los toros más fieros que se lidiaban»

De la Casta Navarra señalas que es la más antigua. Háblanos de su época de esplendor y decadencia.

Efectivamente, como indico en el libro, de las castas fundacionales actuales es la más antigua. Hay escritos que demuestran que, en 1632, Agustín Ximénez, tenía en Corella una ganadería perfectamente organizada y dedicada sólo a la cría de reses bravas. No obstante, antes de esto, carniceros y tratantes de la Ribera de Navarra ya alquilaban sus reses más fieras para diferentes festividades. 

Además, la denominación del encaste se debe al origen geográfico y no a un título nobiliario, como ocurre con el resto: es un animal diferente hasta en el nombre.

Su época de oro fue en los siglos XVIII y XIX, cuando eran los toros más fieros que se lidiaban y, es que, en los tres tercios daban un gran espectáculo. El tercio de varas resultaba de ellos tres el más espectacular, donde aquellos varilargueros se ganaban el oro de las chaquetillas. Cuenta un picador de antaño que, antes de que comenzaran las corridas, decían que iban a lidiar torillos navarros, y al finalizar las mismas que habían lidiado señores toros.

Su decadencia comenzó a finales del XIX, principios del XX, por un conjunto de factores internos y externos a la propia tauromaquia. Yo suelo decir que en 150 años esto no ha cambiado tanto, porque las figuras dejaron de apostar por ganaderías duras, con Joselito el Gallo como precursor de esto; en la creación de la UCTL se dejaron a un lado éstas; como consecuencia de otros factores también se vendieron grandes vacadas navarras, etc. 

Miguel Reta, al comenzar su aventura hace 30 años, tiene una fijación, que es conseguir que se lidien toros de esta casta con embestidas aptas para la tauromaquia del siglo XXI, una idea que llamas “romántica y loca”, lo es, ¿verdad?

Más que “conseguir embestidas aptas para el siglo XXI” creo que es “conseguir que embistan en el siglo XXI”. Voy a empezar explicándolo por atrás: 

Estos animales antaño se tentaban con el llamado método del canasto (parecido a los roscaderos de Aragón), y en el ruedo esa bravura se trasladaba a una pelea frente a caballos famélicos y sin peto.

Como he señalado antes, durante 100 años desaparecieron del ruedo, reduciéndose a unas pocas ganaderías que se dedicaban al festejo popular (¡benditas ganaderías de la tierra!). Y, a su vez, la selección llevada a cabo en éstas ha sido siempre inversa que en la lidia. 

Partiendo de reses con este historial genético a sus espaldas, es imposible recuperar un “trabajo perdido” de más de 100 años en 30 con estos animales. A esto súmale lo que supone la lidia ordinaria actual: trapíos sacados de tipo, caballos de 700 kg, capotazos y muletazos sin fin, incluso corrales y chiqueros diseñados arquitectónicamente a contra toro… 

Por eso repito: “Conseguir que embistan en el siglo XXI”, por dichas dificultades, porque cada ganadería tiene (o debería tener) una personalidad, y porque creo también que no se debe adaptar al toro del siglo XXI que muchos taurinos piden.

«Hay muy pocos matadores y banderilleros preparados para aguantar una corrida así»

El lugar, “La Tejería”, donde se encuentra el ganado y su manejo son especiales, ¿qué nos dices de esto?

Nada tienen que ver con los de otras ganaderías de lidia, efectivamente.

La finca la componen 120 hectáreas de pradera y bosque mediterráneo, distribuidas entre tres picos montañosos. Un entorno único en la merindad de Tierra Estella, por su fauna y flora, y por su importancia histórica. Los visitantes que se suben a los 4×4 ven los animales entre árboles autóctonos y ruinas carlistas, muchos dicen que se parece a las películas de Jurassic Park.

El manejo del ganado está sujeto a lo anterior. En “La Tejería” los pastores alemanes se vuelven imprescindibles porque llegan adonde el caballo no puede pisar: el barro invernal a consecuencia del húmedo clima, el sotobosque, el propio carácter de los animales, etc. Hay que resaltar también el valor del mayoral y la gente que le ayuda, pues con una sola vara realizan las labores diarias.

Muy recientemente, el sueño de la familia Reta ha empezado a hacerse realidad, ¿cuáles han sido las primeras impresiones en el ruedo? ¿Qué características y, sobre todo, qué dificultades de comportamiento tienen en la lidia?

La verdad es que se ha visto de todo porque no ha habido un animal igual entre todos los festejos, pero si me tengo que quedar con algo es que muchos de ellos van al caballo, incluso desde lejos, y empujan debajo del peto. Para esto es fundamental la predisposición de cuadrillas y director de lidia en mostrar al animal, porque si no difícilmente se pueden apreciar estas mejorías en la selección.

Las dificultades pueden ser varias: animales que piensan desde salida y aprenden todo lo malo que se les haga (pero también lo bueno), que tienen un solo pitón y 15-20 muletazos, que saben que detrás del trapo rojo hay una persona que se mueve, etc. Por eso la labor del torero es fundamental, todo se lo deben hacer sin perder el tiempo ni dudarles, y conociendo bien sus terrenos. Además, son muy duros para morir.

Creo, sinceramente, que hay muy pocos matadores y banderilleros preparados física y mentalmente para aguantar una corrida de este tipo, por eso su labor hay que tenerla muy en cuenta también.

En la introducción dices que, en tu libro, tauromaquia se escribe, metafóricamente, con K (tauromakia), dinos por qué.

Es una forma de llamar a la tauromaquia que me representa, como creo que se habrá ido intuyendo en algunas respuestas de esta entrevista. La K en el castellano rompe muchos esquemas, tiene toques ácratas muchas veces, imprime rebeldía o viveza a las palabras.

Es algo que antes de conocer a Miguel Reta ya se lo había oído. Una tauromakia que es posible lejos del aburrimiento, la monotonía y la previsibilidad que impera muchas tardes. Una tauromakia donde tienen cabida por igual la calle y el ruedo, y cuyo primer protagonista es el animal que da emoción e importancia a quien se pone delante, sin trampa ni cartón. Una tauromakia donde habría que cambiar muchas cosas del sector, quizá una utopía. 

Es mi punto de vista, respeto a quienes tienen otros claramente, pero no comparto el de quienes olvidan al toro.

¿Dónde se puede comprar tu libro?

Antes de contestar a esta pregunta me gustaría que los aficionados colaborasen con su venta, y está muy mal que yo lo diga, pero como autor donaré mis ingresos por su venta a una obra social mediante la ONG “Toros Sin Fronteras”.

El objeto principal de esta ONG, en proceso de creación, es la cooperación y ayuda desde todo el ámbito de la tauromaquia en la consecución de una sociedad justa, apoyándose en la solidaridad y en la creación de canales de aportación de voluntariado. El propio Miguel Reta es el iniciador de la organización mencionada, pero ambos creemos que individualmente tenemos que visibilizar todo lo que el mundo del toro aporta a nuestra sociedad, como parte que somos de ésta, incluida su labor altruista histórica.

El libro se puede adquirir en la web de la editorial (https://editorialacatedra.com/portfolio-view/reta-de-casta-navarra-de-la-calle-al-ruedo/) y Amazon.

Físicamente, en las librerías Elkar (Euskadi), Rodríguez (Las Ventas), Estafeta (Pamplona)…

Y la última: dices en un momento en el libro que hay que saber de dónde vienes para saber a dónde vas. Sabemos ya de dónde vienes, ¿a dónde quieres ir?

La verdad es que entre trabajar, escribir y preparar las presentaciones del libro, ¡no he tenido tiempo más que para ver toros, poco he pensado sobre mi devenir! 

Con el libro quiero llegar a muchos aficionados y también no aficionados. No creo que sea ninguna reivindicación, pero sí me gustaría que la gente viese la importancia y el trabajo que hay detrás de cualquier ganadería (incluso si no es de bravo); la historia de generaciones que han defendido la Casta Navarra para que podamos seguir disfrutando de ella; la necesidad de no ver todos los festejos con los mismos ojos, porque el centro es el toro, y todos los toros no son iguales. 

Creo que se trata de un libro diferente al resto por los temas que trato y cómo lo hago, quizá con eso ya haya llegado a buen puerto.

Mucha suerte, Jon

Muchas gracias al Instituto Juan Belmonte por brindarme esta oportunidad.

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